Tenía meses sin escribir, por una u otra cosa no me había dado el espacio para hacerlo, pero ¡Hoy es el día! Y no puedo dejar pasar estas fechas decembrinas para hacer el recuento de todo lo vivido en este año.
Recuerdo, empecé el año imaginando cosas chingonas ja ja ja bueno, literal ¡así fue! Pero no contaba con que la vida me daría un par de lecciones y sucedió que en Febrero recibí la primera, fueron un par de meses donde me sentía triste, extrañaba mucho a mi familia y amigos, la única manera de estar cerca de mis seres queridos se resumía a un whatsapp y una llamada, ¡en fin! Intentaba ver el lado positivo de todo lo que estaba sucediendo, pasaron 3 meses y en Mayo todo indicaba que las cosas mejorarían, sentía un alivio increíble y todo parecía que estaba fluyendo de manera correcta, mientras eso sucedía yo estaba siendo feliz, disfrutando el momento.
De pronto, las cosas no salen como uno las imagina y la vida te pone en el grandioso dilema de: DECIDIR, ¡JA! o decides ser feliz o te jodes y no te quejes, ¡simple y sencillo! Y a veces, nos cuesta trabajo tomar decisiones y no es por no querer ser feliz, es porque estamos aterrados de no saber que pasará y el miedo se convierte en nuestro mejor amigo, ¿pero que creen? decidí ser egoísta y pensar en mí, en lo que verdaderamente me podría hacer feliz y aun así, ¡todo era un volado! Podría resultar una buena o mala decisión y eso solo lo iba a averiguar con el paso del tiempo.
Pasando la mitad de año tipo Septiembre, las cosas se pusieron muy muy cool, hice un cambio que bien podría llamarlo un tanto drástico, le dí la bienvenida al mundo hipotecario, moría y muero de nervios pues es algo que sigo aprendiendo (porque como bien lo saben, soy mercadóloga) salí de mi zona de confort y amo esto que hago, estoy convencida que soy ¡Inmensamente feliz! y no me arrepiento de haber pensado en mí antes que el resto.
Después de este tiempo, puedo ver ese rayito de luz, mi rueda de la fortuna comienza a subir y entonces disfruto de los instantes que la vida tiene; sin importar que sucederá mañana, solo intento ¡VIVIR AL MÁXIMO! Y que cada día valga la pena.
El último trimestre de mi vida dio una pequeña vuelta, hoy me encuentro donde menos imaginé estar y sin pensar en todo lo bueno que esto tendría, descubrí nuevas amistades y otras simplemente se fueron de este capítulo, el amor llegó para nunca irse, ¡ahora todo tiene sentido! antes quizá no lo veía de esa manera pero ¡Los tiempos de Dios son perfectos! Mi vida se acomodo de manera increíblemente y solo me queda disfrutar cada momento.
Descubrí que puedo ser tan feliz como yo lo desee, ¿por qué? porque simple y sencillamente no nací atada a un lugar donde estas por estar es decir, no soy un árbol que tenga que quedarse ahí, ¡no! y principalmente porque cuento el apoyo de mi familia y pase lo que pase ellos estarán para mi como yo para ellos.
Hoy entiendo que pudo haber sido un error quedarme en ese sitio y de las mejores decisiones que tomé en este 2019 fue: haber decidido tener paz y felicidad; ¡Lo logré!
Comprendo que esas lecciones que me dio este año fueron por y para algo: CRECER, que las personas que hoy están en definitiva ¡Son las mejores!
Ha sido un año que me deja mucho aprendizaje en el ámbito laboral, momentos felices al lado de las personas que amo y una que otra caída.
2020 ¡Agárrate! Me siento mas fuerte que nunca, llevó todos mis sueños empacados para hacerlos realidad, acompañada de mis seres queridos.
A quienes me lean, donde quiera que se encuentren espero pasen un excelente fin de año y sobretodo siempre siempre ¡Sean felices!
Amigos nos leemos pronto, ¡Los quiero ❤! Bai
VIDA, no me debes ni te debo ¡Te luciste!
Cecii Rguez 
Eres y serás lo que quieras ser … tienes todo para lograrlo. Te quiero mucho y que el 2020 se agarre porque vamos por todo.
Salud, por un mejor año. 🙂